Investigadores japoneses presentaron recientemente un aparato que al activarse en dirección a una persona puede llegar a hacer que ésta tenga que callarse.
Aunque todavía no es 100% efectiva, sus inventores aseguran que en un futuro podrían hacerla funcionar desde una distancia de diez metros.
Y lejos de lo que se pueda pensar, los inventores aseguran que defienden la libertad de expresión y que lo que precisamente pretenden con el "arma" es facilitar el diálogo, parando los pies a aquellos que tienden a explayarse demasiado o a interrumpir una conversación.
Por el momento, el aparato es un prototipo y funciona en "situaciones limitadas", afirman sus inventores, que trabajan en la mejora del sistema.